Desde la Gran Mezquita de Valencia y en nombre de toda la comunidad de musulmanes valencianos, nos mostramos horrorizados, conmovidos e indignados ante los graves atentados con víctimas mortales ocurridos contra el seminario ‘Charlie Hebdo’ en Paris. Hechos de índole tan cruel y malvada demuestra que el ser humano es capaz de actos horrendos sin justificación alguna. Como creyentes rechazamos entristecidos cualquier ofensa a cualquier credo por más libertad de expresión que lo pueda avalar; no toleramos ni toleraremos que individuos u organizaciones se sirvan de la violencia en nombre de la religión ó ideología para impedir dichas ofensas.
Realmente es fácil en estos duros momentos expresar nuestras condolencias tan repetidas por tantos gobiernos y entidades de toda índole. Podríamos copiar ó reiterar en términos protocolarios y distinguidos los mismos sentimientos de tanta gente de bien sin distinción de credos ó nacionalidades. Pero nosotros como musulmanes en tiempos tan convulsos, de fuertes intereses económicos y políticos, estamos señalados como la causa de todo mal como la violencia, el extremismo y la intolerancia.
Por tanto, la mejor y única manera que vemos para mostrar la verdadera diferencia con las ideas de terroristas asesinos sin piedad y nosotros los musulmanes, es con lo mismo que creen que compartimos con ellos: ISLAM ó Paz.
El Islam es nuestra mejor imagen, nuestras mejores palabras y nuestros mejores sentimientos de paz y amor que vamos a mostrar en éste comunicado. No seremos nosotros los que vamos a continuar ahora, sino el cálamo de tantas virtudes como las de la: libertad, igualdad y fraternidad encontradas en el libro sagrado del Corán y en la vida del Profeta Muhammad.
Que sean éstos tesoros tan poco conocidos por tantos no musulmanes y otros tantos musulmanes los que hablen con el peso de la justicia y el bien en nuestro nombre.
Asimismo hacemos un llamamiento al mundo a que conozcan el islam y sus textos más profundamente para poder luchar juntos contra los intolerantes sean quienes sean. En honor y homenaje a las víctimas, sus familias y el resto de la sociedad, compartimos con ellos estos valores universales e intemporales.
Algunos versículos del Corán que contradicen cualquier acto hostil contra cualquier individuo:
«No hay coacción en la religión» – Corán 2,256
«Quien quiera creer, que crea, y quien quiera negarse a creer que no crea» – Corán 18,29
«¿Acaso puedes tú obligar a la gente a que sean creyentes?» – Corán 10,99
«No tienes potestad sobre ellos» – Corán 88,22
«Y si se apartan, no te hemos enviado como guardián de ellos. A ti sólo te incumbe comunicar» – Corán 42,48
» Y no te hemos enviado (¡Oh, Profeta!) sino como misericordia para todas las criaturas» – Corán 21:107
Aquí mostramos algunas entre tantas palabras sabias y elevadas del Profeta Muhammad dirigiéndose a la gente:
«Aquellos que no muestran ternura y amor, no pueden esperar que se les demuestre ternura».
«Los preceptos de la religión son flexibles. Aquel que impone severidad en ellos es vencido por ellos. Sed moderados y cumplid en la medida de vuestras fuerzas y con alegría, y buscad la ayuda de Dios…
¡Oh Creyentes!…No lastimen a nadie para que nadie los lastime. Recuerden siempre que ustedes se encontrarán con su Señor, y que les preguntará por sus acciones…No perjudiquen y no serán perjudicados….Toda la humanidad proviene de Adán y Eva. Un árabe no tiene ninguna superioridad sobre un no árabe; el blanco no tiene superioridad sobre el negro, ni el negro tiene superioridad sobre el blanco; excepto por la piedad y las buenas acciones.
En conclusión como homenaje a los periodistas y a la libertad de expresión que tanto reclamamos el ser humano, nada mejor que la primera revelación del Corán al profeta Mahoma, donde apreciamos la importancia de la lectura y de la escritura que es tan necesaria para crear una sociedad con conocimiento y plural:
«¡Lee en el nombre de tu señor que ha creado!
Ha creado al hombre de un coágulo.
¡Lee, que tu Señor es el más Generoso!
El que enseñó por medio del cálamo, enseño al hombre lo que no sabía» – Corán 96.
